caminos.

Amigo PEPE ZAMORA, me ha costado mucho leer y estar callado, tus tres grandes relatos, aunque al final he llevado una gran desilusión, no por ti ni mucho menos por tu magnífico trabajo, lo que me ha llenado de rabia ha sido el silencio de los grandes sabelotodo, de esos que no han tenido ni creo que tengan narices para darle un pequeño retoque a lo que tu tan magníficamente has relatado. No se puede hacer con más sencillez ni con más detalles y todo ello me recuerda lo que tantas veces hemos comentado del lugar que Catral ha ocupado y de las grandes cosas de las que ha sido testigo mudo en los grandes momentos de la historia.

Catral ha sido paso obligado de los pueblos de Elche y Orihuela, calle de Santa Agueda y calle de Elche, por donde llegaban desde los pueblos de Elche, Santa Pola y San Francisco bordeando la gran laguna que formaban las aguas del Vinalopo y el Segura. Desde donde hoy se encuentra la Ermita de Santa Agueda, hay todavía un camino por el que los que tenían como su destino las poblaciones de Guardamar del Segura, se desviaban por el camino del Santiel pasando por lo que años más tarde fue la casilla hasta el minúsculo barrio de la Erita. En este punto se unían con los viajeros que iniciaban viaje desde la Plaza del álamo por calle Almoradi, con destino a Cartagena o Guardamar  o a cualquier pueblo de los que había en esa dirección.

Saliendo por la calle de Orihuela y al llegar a la Cruz de Piedra, se podía ir a Orihuela pasando por Callosa de Segura, o se podía y se puede coger el camino de Caturla y llegar hasta las puertas, que todavía existen, donde está el colegio de Santo Domingo.

En la Cruz de Piedra hay y había un camino hacia el norte por el que se iba a las Casicas y a Albatera.

Todavía se puede ir a Orihuela por lo que se llama camino viejo de Orihuela, o a Almoradi, por el camino viejo de Almoradi, al que hace no muchos años tuvo la feliz idea el Ayuntamiento de Catral de cambiarle el recorrido, abriendo un camino nuevo y adjudicándole ese nombre, aunque el viejo vive todavía. A Elche no es posible llegar por el camino de Elche ni desde Elche a Catral por el camino de Catral, porque aunque existan habría que dar un salto sobre la Raja y parte del Hondo donde el Cardenal Belluga, prelado insigne y laborioso, se encargó de hacerlo desaparecer.

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