LA ERMITA
José Gómez Ñíguez, al leer algo tan hueco, sin estudio, sin argumentos, con esa soberbia de los todopoderosos que consideran que en ellos y solo en ellos esta la sabiduría y la verdad, inicio un camino que aunque va a levantar polvo, fango y cieno, voy a contestar a los señores, Pura Guirau y José Sáez, sin buscar fantasmas, que si los hay, y para contar lo que yo conozco o tengo documentación que acredita su falsedad y falta de conocimientos.
“Enclave Paleocristiano” antes de utilizar vuestras palabras manejadas por la prepotencia, debíais habérselo pensado un poco más, lo llaman hipótesis absurda, pero a continuación lo resaltan con, un magnetismo especial, y desprecian sin ruborizarse a los que no son Valencianos parlantes, entenderme, soy valenciano antes que vosotros y hablo el mismo valenciano o más que vosotros, nada. Sin embargo he hecho y sentido cosas, que vosotros ni haréis ni sentiréis jamás.
Antes de que llegará a Santa Agueda el sr Portillo, por allá por el 1300 d.c., ya había señores nobles que decían, hemos estado en CARAL, no me he equivocado, dice c a ra l pedanía de Orihuela.
Hubo alguien que escribió que la vía romana que iba del Portus Ilicitanus hasta Cartago nova, para librar las aguas del Segura subían hasta el Hostalet y pasaban cerca de CARAL.
El camino de Elche a Catral, pasaba por la Alcudia, por el camino de la piedra escrita, donde podía decir que a partir de allí había agua o zona pantanosa. Por el camino de Catral que pasaba junto a la Ermita de Santa Agueda, la que ustedes no me pueden demostrar, que no fuera una torre vigía redonda por dentro, construida a un kilometro de Catral, sin que existieran las barracas de la calle de Santa Agueda, y justo donde empezaba la zona inundable, para controlar Orihuela a los no buenos, que se refugiaban en las tierras semipantanosas, almarjales, que había entre el termino de Orihuela y el de Elche, porque Elche limitaba con Orihuela, por el Oeste de Elche y este de Orihuela por lo que toda la zona inundada era de Orihuela. Junto a la ermita, había dos cosas que necesitaba el viajero, un pozo con agua para refrescarse y beber, y la acequia de callosa en cuyas ordenanzas todavía en vigencia, imponía la obligación de dejar pasar un caudal de agua para uso de los vecinos y ganados de Catral.
Las reformas de la ermita de Santa Agueda, no han sido desafortunadas, simplemente tienen escrita la huella de la historia, no de la que os gusta por cierto, sé que no es de vuestro agrado el que se repusiese la cúpula que se desplomo entera el día 21-3-1829, por el tejado que ahora hay, pero tenéis que entender que esperaros a vosotros para ver vuestra opinión era un poco complicado.
La escritura de la Ermita no se hizo el día 24 y 27 de julio de 1802, se hizo el día 24 de julio y se registro el día 27 de julio, miren se hacía como se hace ahora, un día se hace la escritura y otro día se registra. Se registro en la antigua Contaduría de Hipotecas de Orihuela, porque en el año 1802 no existía el registro de Dolores, donde jamás llegó escritura alguna de la Ermita de Santa Agueda. Debo aclarar que la venta de la Ermita no es obra de Carlos IV ni de Mendizábal, fue la Iglesia quien dispuso venderla antes de que la vendiera el Gobierno.
Si se quitan las antojeras y son capaces de leer sin soñar, podrán comprobar que la compra que el sr. PEDRO MANUEL ÑIGUEZ EXEA, MANCEBO DE PROFESIÓN, hizo, fue la casita con todo el conjunto, Ermita y tahulla. Eso queda muy claro cuando se indican los límites de la cosa comprada.
Cuando hablan de Pedro Ñiguez Egea, añaden, Los Javielos, con esto demuestran una ignorancia de la historia de la familia, muy grande, lanzando las nubes de vuestros turbios pensamientos históricos, en donde la única verdad es la vuestra. Pedro Manuel Ñiguez no tuvo que pedir permiso al Obispado para comprar la tahúlla con la casa y la Ermita, quien necesito autorización del Obispado fue el que firmo para la venta, sr Carratala.
En que piensan cuando dicen “repercusiones sociales”, ¿acaso creéis, que el barrio de Santa Agueda estaba tan poblado como ahora o que en Catral conocían la fiesta como ahora,? de eso nada, el día de Santa Agueda bastante después del año 1940, no se hacía festivo más que en la zona de Santa Agueda, y hasta hace muy pocos años se ha intentado que la fiesta se viniera del barrio de Santa Agueda a Catral, eso lo he vivido yo, ustedes ni sabían que existía. Esto ocurría porque en el Ayuntamientos de Catral no se han preocupado, hasta hace pocos años, más que de cobrar los puestos, y con el dinero recaudado sin contabilizar, se pagaban los gastos de policía y demás servicios y nada más. ¿Creen que al Obispo le podía preocupar tanto la fe de los visitantes que pudieran protestar cuando estaba prohibido hacerlo? , Creo que nada.
El gran amor por la Santa del sr Ñiguez Egea, se lo han inventado ustedes, si eso hubiera sido verdad, desde la compra de la Ermita, habrían estado presentes en la celebración de los actos de la fiesta, sin embargo como era un trabajador honrado y cumplidor, la familia no se hizo cargo de la misma hasta el año 1939, lo dejaron en manos de la comisión que voluntariamente cooperaban con la iglesia, cosa que desde el año 1940, no se hace porque el guardián de la llave el día 24 de julio de 1936 se la entrego a la dueña de la ermita y de la Santa.
La ventana de la Ermita se hizo por capricho y voluntad de los propietarios, mas para controlar el fuego de las velas, que se quedaban encendidas durante la noche, que para ver las misas, control que se ha hecho generación tras generación, por el Ñiguez que ha vivido en la casa, o sea por los dueños de la Ermita y la casa, que eran los mismos, aunque es cierto que algunos de los mayores por la ventana veían los actos. La propiedad de la Ermita nunca se cedió al Obispado y es totalmente falso de que en el catastro figure como propiedad de este. Se vuelven a dejar engañar, es cierto que está catalogada “para uso religioso”, y se lo voy a decir yo, porque quien indico que debía hacerse así, fui yo, (José Gómez Ñíguez) quien con un certificado del Excmo. Ayuntamiento de Catral, fui al catastro y cambie el nombre del Titular.
El tio Pedro el Javielo, en su vieja cartera nunca llevo otra cosa referente a la Ermita que una copia de la escritura de compra que le recogió D. Francisco, pero no Don Francisco de Asís Segrelles Ñiguez, por otra parte tengo que deciros que en la película “Lo que el Viento se Llevo “pusieron a Dios por testigo, vosotros se habéis conformado con un cura por testigo.
Pedro Ñíguez Egea, es cierto que murió el día 27 de Diciembre de l834, pudo ser generoso hasta donde se lo permitieron sus medios, nunca fue rico, en dinero, no fue un mea pilas. Por ello si está en vuestra voluntad y no tenéis otra cosa más importante que hacer, podéis pedir lo que se os ocurra, pero por favor dejad de meter las narices en la casa de mi familia, para luego hacer novelas.