LAS NORIAS RODANTES.
Artilugios rotantes que dormitáis sobre un antiguo pedestal, testigos mudos, movidos por el líquido, que abatido, va buscando el mar. Cadáveres de madera que morís sin agua que sacar. Cuando casi sois maquinas olvidadas, cuando apenas os dejan rodar, se acuerdan que sois viejos testigos, que sois de la familia de los brazales, de las acequias, viejos servidores de la tierra, del fértil Rio Segura, alivio del agricultor y sus campos, del agricultor que dio su vida mirando al suelo para cavar y al cielo para rogar, ¿Quién podía pensar que la triste Noria, la que alivia sus penas moribunda, sin humedad, ahora, por los que nunca la quisieron, iba a ser gloria para alabar?
Los mismos moradores de la Conselleria, de esa Conselleria, que le niega el agua a nuestro Rio, quiere, alabando a los que nunca quiso ni ayudo, encontrar un triunfo sin trabajo, con el que otros hicimos, con su pasividad, que le den el reconocimiento de un Patrimonio de la Humanidad.
Permitan a este incrédulo huertano, dudar, seguro que no habéis pensado que las norias se mueven con agua, de la que se usa para regar, de las que faltan en el Segura, tanda tras tanda sin parar. El agua que movían las norias, al rio no llega ya, se vende y se sirve a los clientes en tubos o por canales, da igual, al rio no llega ya.
Como el cuervo, cuando huele a carne, entra la Consellería, cuando Desamparados se ha movilizado y ha reparado las dos Norias, ahora ya decimos, ESTO DEBE SER PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, pero de secano.